La proyección o viaje astral es un tipo de experiencia extracorporal en
la cual el cuerpo astral se separa de los seis cuerpos restantes y viaja por
todo el universo. La idea de que los humanos tenemos 7 cuerpos (uno por cada
plano de realidad) es una enseñanza de la teosofista Madame Blavatsky. En
sus viajes, el cuerpo astral sólo percibe otros cuerpos astrales, no los
cuerpos físicos, etéreos, emocionales, espirituales, etc. En una experiencia
extracorporal ordinaria como la visión remota y la experiencia cercana a la
muerte fuera del cuerpo, se sufre la separación de la conciencia del cuerpo.
En las experiencias cercanas a la muerta fuera del cuerpo puede sentirse que
se flota en lo alto viendo el propio cuerpo y los alrededores del mismo,
escuchando las conversaciones de los cirujanos o los rescatistas mientras
trabajan en reparar los daños. En cambio, en los viajes astrales, es el
cuerpo astral y no el alma o la conciencia lo que se separa del cuerpo. De
acuerdo a Madame Blavatsky, el cuerpo astral es el que tiene aura, en el que
tienen lugar los sentimientos y el deseo, y se dice que durante una
proyección astral permanece conectado al cuerpo físico a través de un fino e
infinitamente elástico hilillo plateado, una especie de cordón umbilical
cósmico o hilo de Ariadna.
Existe muy poca evidencia a favor de la afirmación de que cualquiera puede proyectar su mente, su alma, su psique, su espíritu, su cuerpo astral, su cuerpo etéreo, o cualquier otra entidad a cualquier lugar dentro o fuera de este planeta. La evidencia consiste principalmente de testimonios.
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