Con el objetivo de recuperar los lugares sagrados, las potencias europeas lanzaron ya hace casi mil años toda su maquinaria de guerra contra el mundo musulmán.
Las cruzadas fueron dos siglos de lucha en nombre de Dios con un balance de cientos de miles de muertos. Además de las oficiales, hubo otras campañas. Las dos más crueles y aberrantes se desarrollaron en 1212 y sus protagonistas fueron niños.
En Mayo de ese año, un pastor francés, Etienne, reunió a 30.000 niños tras afirmar que Dios "permitiría el triunfo de la inocencia sobre los sarracenos". El "ejército" partió en junio, pero a su llegada a Marsella las aguas del mar no se abrieron, como él había previsto.
Algunos armadores se ofrecieron a llevarlos a Egipto. Dos barcos naufragaron y los pasajeros de los cinco restantes fueron vendidos en burdeles y como esclavos.
Fue la desastrosa "Cruzada de los Niños".
Poco tiempo después se reclutó a 40.000 jóvenes con la misma excusa. Sólo llegaron a Roma donde los recibió Inocencio III. La mayoría murió de hambre y frío al volver a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario