Que los unos y los otros se
combatían a muerte, es algo que hemos venido apreciando en todo lo que se
refiere a la historia patria de la Reconquista. Moros y cristianos eran enemigos,
lo cual no quiere decir que no existieran periodos de treguas, intercambios
comerciales y relaciones frecuentes entre las dos Españas: la musulmana y la cristiana.
Pero
las cosas iban mucho más allá.
Era frecuente que en las tropas de ambos bandos, se incluyeran guerreros
que
combatían contra sus propios hermanos de religión aunque en honor a la
verdad, eran más los cristianos que se contaban entre las tropas
moras que no al contrario. Valga como ejemplo la historia que relatamos a
continuación:
Abu
Amir Muhammad, más conocido por
Almanzor fue uno de los caudillos hispanoárabes más conocidos y temidos
por los
cristianos. Hombre de notable atractivo, su solo nombre inspiraba terror
entre
sus enemigos, no en vano se le conocía también con el sobrenombre de
Almansur bi-Allah, "el Victorioso de Dios" Llegó a tomar Santiago de
Compostela, de donde se llevó las campanas, saqueó Barcelona, Coimbra,
los monasterios leoneses de
Sahagún y Eslonza, Pamplona y el monasterio de San Millán de la Cogolla.
Pues bien, en el
ejército de Almanzor estaban enrolados tantos cristianos que el caudillo
musulmán tuvo que
declarar el domingo día festivo y sagrado para que sus soldados,
seguidores de Jesús, pudieran
santificaria. ¡Y cuando llegaba el lunes,
estos cristianos no dudaban en atizar mandobles a los cristianos que se les
situaban enfrente!
En el año de gracia del Señor de
2002 se cumplen los 1.000 años de la muerte de Almanzor. Murió cerca de Medinaceli,
en Soria, sin haber conocido la derrota. Por lo visto dos eran las prioridades
de la vida de este caudillo árabe: aniquilar a los enemigos y seducir a las mujeres
y parece que en los dos campos fue, realmente, "el Victorioso" .
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