Una vez aceptada la elección como papa por el hombre que reúne la mayoría de votos tras un cónclave, el cardenal decano siempre le pregunta cómo quiere ser llamado (Quomodo vis vocari?). El primer obispo de Roma que cambio su nombre fue Juan II, que se llamaba Mercurio, como el dios romano del comercio, y no lo consideró apropiado para un pontífice. Desde el siglo XI y hasta ahora solo dos papas han roto la tradición de adoptar un nombre como pontífices distinto al que se les impuso en el bautismo: Adriano VI y Marcelo II. Hasta hoy los nombres más usados han sido Juan (veintitrés papas), Gregorio (dieciséis papas), Benedicto (dieciséis), Clemente (catorce), Inocencio (trece), León (trece) y Pñio (doce). Entre los que no tienen nombre repetido están Cleto, Ceferino, Higinio, Lino, Pedro, Romano, Sabiniano y Zacarías.
En cuanto al nuevo papa, el Vaticano ha confirmado que su nombre esFrancisco y no Francisco I, como se ha publicado en algunos medios. Aunque aún no ha precisado el motivo de la elección del nombre, todo apunta a que es una alusión a Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana. Su vida destacó por su austeridad, razón por la que se le conoce como el santo de los pobres.
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