Desde 1698, los médicos reales se veían incapaces de frenar el deterioro del paciente, por lo que llegaron a la Corte madrileña numerosos personajes que influyeron en la terapia aplicada al Rey.
Los más conocidos son los exorcistas que intentaron conjurar el supuesto maleficio que sufría el monarca.
Los exorcismos aplicados a Carloscalaron hondo en la sociedad española de la época, que apodó al monarca “el Hechizado”.
Pero, además de estos métodos, se intentaron otros de carácter alquímico
que pretendían crear un elixir vitae en los laboratorios que la misma Corona costeaba.
Para el elixir real se empleó una mixtura alquímica de cobre y plata.
Este experimento, que partía de unas piedras azules, no tuvo ningún efecto y el rey falleció.
El Imperio español había tocado fondo en el reinado de Carlos II, el
último soberano de la Casa de Austria de cuya desaparición nacería una
nueva monarquía. Los Borbón, así contemplados, más que continuidad lo
que dieron a la Monarquía fue un nuevo inicio.
De la mano del reformismo ilustrado del siglo XVIII se emprendió un
nuevo camino hacia la modernización e incluso puso los cimientos de la
conciencia nacional española.
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