Hubo muchísimos que emprendieron la peregrinación al Camino de Santiago forzados, bien por una sentencia civil, bien por una penitencia canónica. Había algunos tribunales europeos que castigaban a los penados a distintas peregrinaciones en función del atentado cometido. Por ejemplo, el de Lovaina del siglo XVI sentenciaba en función de la agresión infringida: herida superficial, camino de Estrasburgo; herida profunda, camino de Milán; mutilación de un miembro, camino de Santiago.
Hace algunos siglos hubo muchísimos que emprendieron la peregrinación al Camino de Santiago forzados, bien por una sentencia civil, bien por una penitencia canónica. Había ciertos tribunales europeos que castigaban a los penados a distintas peregrinaciones en función del atentado cometido. Por ejemplo, el de Lovaina del siglo XVI sentenciaba en función de la agresión infringida: herida superficial, camino de Estrasburgo; herida profunda, camino de Milán; mutilación de un miembro, camino de Santiago. Peculiares fueron también las caminatas "forzadas" masivas. Así, cuando en 1326 se firmó el tratado de Navidad entre el rey de Francia y el conde Luis de Flandes, se estableció que 300 personas debían peregrinar para hacer efectivo el pacto: cien a Santiago, cien a Saint Gilles y otras tantas a Rocamador.
Otra modalidad bastante habitual era la peregrinación "por poderes". Dado que, teóricamente, quien llegara a Santiago alcanzaba la salvación, muchos nobles con agendas demasiado repletas de actividades pagaban a caminantes vicarios para que realizaran el Camino por ellos.
Otra modalidad bastante habitual era la peregrinación "por poderes". Dado que, teóricamente, quien llegara a Santiago alcanzaba la salvación, muchos nobles con agendas demasiado repletas de actividades pagaban a caminantes vicarios para que realizaran el Camino por ellos.
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