- La galería ha generado controversia en Estados Unidos por su presunta tendencia evangelista
Después de tres años en construcción, Dios abre las puertas del esperado Museo de la Biblia , situado en la capital estadounidense. El edificio del libro sagrado del cristianismo ha costado 500 millones de dólares y ocupa, ni más ni menos, que 40.000 metros cuadrados repartidos en ocho pisos. Alberga miles de textos y artefactos relativos a la historia del Viejo y el Nuevo Testamento y además, afirman sus fundadores, es el centro con la tecnología más avanzada del mundo.
Su creador es el cristiano evangélico Steve Green, el presidente multimillonario de Hobby Lobby, una cadena de 600 almacenes de manualidades que asegura en su página web “honrar al Señor de una manera consistente con los principios bíblicos”.
En 2013, esta compañía protagonizó un caso histórico contra el Gobiernode Obama, cuando la Corte Suprema falló en su favor y decretó que las compañías cuyos dueños son religiosos no están obligadas a pagarles los anticonceptivos a sus empleadas bajo la nueva ley de salud.
Aunque no es el monumento al creacionismo como temían algunos liberales, el extenso museo ha atraído escepticismo sobre su misión ideológica y la procedencia de su colección. Su ubicación en la ciudad de Washington DC es inmejorable, ya que se encuentra a solo dos manzanas al sur del National Mall, sede del Capitolio de los Estados Unidos.
Asimismo, andará cerca del Smithsonian Institution, incluido el Museo Nacional de Ciencias Naturales, que tiene exposiciones sobre dinosaurios y la evolución humana. Además, la entrada es gratuita -aunque se sugiere una donación de unos 15 dólares (12 euros)-.
La polémica está servida
Algunas organizaciones que promueven la separación entre la Iglesia y el Estado, han asegurado que Green ha hecho una declaración de intenciones colocando su obra en el centro del poder del país. La presidenta de la Fundación para la Libertad de la Religión, Annie Laurie Gaylor, explicó a la BBC que en los Estados Unidos “hay libertad religiosa” y que con esta galería, Hobby Lobby está “creando presión para volver a unificar la religión y el Gobierno”.
Jacques Berlinerblau, profesor de civilización judía en la Universidad de Georgetown, ha manifestado que Green “tiene una visión del papel de la religión en la vida pública”. “Si está construyendo un museo de 500 millones de dólares cerca del cuerpo deliberativo más poderoso del mundo, debe comprender la óptica. Este edificio podría representar la salida, nuevamente, de la América evangélica”. Y añade, “puedo asegurarles que se convertirá en una plataforma de convocatoria para el activismo cristiano conservador “. Los ateos, agregó, encontrarían las instalaciones “risible y deplorable”.
Este es un argumento que rechazan sus fundadores sosteniendo que no es partidista, ni sectario, y mucho menos evangélico, sino educativo, apelando a las personas de todas las religiones o sin fe.
De hecho, su director ejecutivo, Cary Summers, explicó que quieren que este museo sea “enriquecedor y atractivo” para todas las personas. Añadió Summers, que “muchos de los principales académicos de todas las ramas del cristianismo han ayudado a elaborar las historias y los temas narrativos del centro”.
Contundente
Los ateos encontrarán el museo risible y deplorable
Por cierto, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, un cristiano evangélico, ha sido invitado a la ceremonia de apertura. Cabe destacar que nueve de cada diez miembros del Congreso se describen a sí mismos como cristianos, por siete de cada diez ciudadanos adultos norteamericanos, según un estudio del Centro de Investigación Pew.
Al fin y al cabo, los visitantes tendrán la última palabra y solo ellos podrán determinar si este museo les parece un desperdicio, como dicen los críticos, o una experiencia única y memorable, como dicen sus creadores.
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