La Iglesia dice que la leyenda sobre un papa mujer apareció por primera vez a mediados del siglo XIII, recogida por el cronista dominico Jean de Mailly. Sin embargo, Marianus Scotus pasó sus últimos años en la Abadía de Maguncia, ciudad natal de Juana. Este benedictino dejó anotado en uno de los manuscritos de su Historiographi, fechado en el año 854, que "El papa León [...] fue reemplazado por Juana, una mujer, que reinó por dos años, cinco meses y cautro días". Pero por cada documento histórico o ilustración medieval donde se recoge el papado de Juana, hay cientos que ni siquiera lo niegan, sencillamente lo ignoran. Lo cierto es que habría sido una torpeza y humillación tal para el clero que es comprensible que hubieran pretendido eliminar a la inteligente y ejemplar papisa de la historia. De hecho, Juana tampoco aparece en el Liber pontificalis., una recopilación de reseñas de los primeros papas, desde Pedro hasta Esteban V (siglo XV). Las biografías se recogen en orden cronológico: número de años de duración de cada pontificado, el lugar del nacimiento del papa, su linaje, los emperadores reinantes, las contrucciones que erigió, las ordenaciones, los pronunciamientos más importantes, el lugar de enterramiento y el tiempo transcurrido hasta la consagración del siguiente papa electo.
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