Son los Reyes Católicos los que se han llevado las mieles de la definitiva expulsión de los musulmanes de la Península, pero conviene hacer constar de vez en cuando que esto fue así porque otro rey, Fernando III, ya les había allanado el camino. El 23 de noviembre de 1248 Fernando III el Santo, patrón de Sevilla, les quitó la Giralda a los musulmanes. La Giralda, la Torre del Oro, los Reales Alcázares y el Guadalquivir. Sevilla pasó a formar parte de territorio cristiano. La Macarena, el Cachorro y el Jesús del Gran Poder aún estaban por llegar.
La conquista de Sevilla en aquel siglo XIII quedó como la más importante en varios siglos, lo que pasa es que la toma posterior de Granada tuvo mejor mercadotecnia. Fernando III, la verdad, desde que decidió conquistar Andalucía para Castilla fue de triunfo en triunfo. Primero Andújar, Martos y Baeza; luego Úbeda, Córdoba, Arjona, Jerez, Jaén... Hasta que llegó a donde quería, a Sevilla. Ni que decir tiene que las visiones de vencedores y vencidos fueron distintas según escribiera la historia un cristiano o un musulmán. Para los cristianos, Fernando III entró en Sevilla con mejor talante que Zapatero; los musulmanes, en cambio, dejaron escrito que Fernando III fue un tirano. Así es la historia de la historia.
Sevilla pasó a ser, a raíz de la conquista, la ciudad más importante de la corona de Castilla y León, y Fernando III le tomó tanto gusto que se quedó a vivir. La convirtió en capital y corte de sus reinos, y no consiguieron que abandonara la ciudad ni con los pies por delante, porque allí murió y allí sigue enterrado. Y es fundamental reconocerle una cosa al rey cristiano: si el más precioso alminar almohade, la Giralda, sigue en su sitio es porque Fernando III se empeñó. Los musulmanes quisieron derribado junto con la gran mezquita, donde está ahora la catedral, cuando tuvieron que abandonar la ciudad, pero el rey dijo que como alguien tocara una sola teja del alminar y de la mezquita, degollaría a todos los moros que había en Sevilla. Visión turística tenía un rato.
NIEVES CONCOSTRINA.
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