El pequeño Estado de la Ciudad del Vaticano ostenta este récord, según un estudio del Instituto del Vino de California: en 2012, cada habitante de la Santa Sede bebió un promedio de 74 litros, el doble que en Italia y Francia. Este dato puede tener diversas explicaciones, pero la primera que viene a la mente -el uso de la bebida en la misa- es poco probable, ya que es mínimo y, además, de una variedad expresamente fabricada a tal fin con pura uva, según exige el Derecho Canónico.
Mayor influencia parece tener la escasa población del país (unas 800 personas), factor que altera los resultados demoscópicos -Luxemburgo, otra nación reducida, ocupa el segundo puesto con 56 litros per cápita al año-, a lo que se suma la ausencia de niños. La prensa italiana, con cierta malicia, ha apuntado que el récord quizá también se deba a los bajos precios del supermecado del Vaticano, conocido como Spaccio dell"Annona, que cuenta con una excelente oferta de vinos e impuestos muchos menores que en Italia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario