La Santa Hermandad Vieja de Toledo fue fundada en el siglo XIII con el objetivo de proteger los caminos, montes y bienes forestales del extenso terreno situado entre los ríos Tajo y Guadiana que, tras la batalla de las Navas de Tolosa, quedó abandonado a merced de ladrones, bandidos y asaltadores de caminos, denominados golfines debido al apellido de uno de los más famosos.
El rey Alfonso VIII concedió privilegios a los miembros de la Santa Hermandad, que fueron confirmados en 1220 por su nieto el rey Fernando III El Santo, que ordenó la creación de Hermandades similares en Talavera y Ciudad Real.
La Hermandad era la encargada de determinar las penas y los castigos a los golfines y para ello contaba con una jerarquía organizada que fue ganando en poder y que estaba habitualmente constituida por colmeneros, cazadores, leñadores, ballesteros, pastores y demás profesiones relacionadas con el campo. La Hermandad contaba con sus propios medios humanos para mantener el orden, entre los que destacaban los denominados cuadrilleros, que eran probablemente así llamados por el uso de flechas terminadas en una punta metálica de sección cuadrangular llamadasquadrillos. Estas tropas de a pie y a caballo trabajaban bajo las órdenes de un tribunal que juzgaba en procesos sumarios muy a menudo, razón por la cual la Hermandad era respetada y temida.
Fueron los Reyes Católicos los que extendieron las competencias de la Hermandad a todo el reino -creando la Santa Hermandad Nueva que funcionó entre 1476 y 1498, en la que se integraron las viejas hermandades locales durante este breve periodo- y los sucesivos reyes potenciaron sus privilegios hasta la llegada de su decadencia con los Borbones, cuando las Hermandades apenas servían para vigilar montes y colmenas sin apenas competencias en procesos judiciales. Fue la reina Isabel II la que disolvió las Hermandades en un decreto firmado el 7 de mayo de 1835.
El edificio de la Santa Hermandad Vieja de Toledo data del siglo XV y en él destaca su portada, ricamente decorada con figuras de los mencionados cuadrilleros, así como dos heraldos. Completan la decoración los símbolos de los Reyes Católicos: su escudo, el yugo y las flechas. También destaca un valioso escudo de madera de Felipe II. En su interior se conservan las salas donde se ubicaban los tribunales y las mazmorras para los presos, donde al parecer eran habituales los excesos de la Hermandad en forma de torturas de todo tipo.
La fotografía más antigua del edificio data de 1858, cuando fue inmortalizado por el francés Gustave de Beaucorps:
Aún durante el siglo XIX la Posada de la Hermandad fue fotografiada en varias ocasiones más:
A comienzos del siglo XX fue más fotografiada:
También fue fotografiado su interior:
En febrero de 1963 mi abuelo Eduardo Butragueño Bueno tomó esta vista de la portada de la Posada:
La llegada de los coches marca el inicio de la habitual ocultación de su portada (es algo que en mi opinión debería corregirse):
En la actualidad este es el aspecto de la Posada de la Hermandad:
Os habréis fijado en la ausencia del escudo de madera de la fachada. Al parecer estaba muy deteriorado y fue retirado en 2003 para ser restaurado. El año pasado fue expuesto en una muestra totalmente restaurado:
A finales del siglo XX desapareció la corona que se situaba en la zona superior del escudo y que se aprecia bien en la foto de Alguacil:
A día de hoy, la fachada sigue sin el escudo. Creo que, seis años después, es hora de poner en su lugar una réplica si es que no se desea recolocar el propio escudo restaurado.
Actualización: información sobre la restauración del escudo aportada por la Ral Fundación Toledo cuando el escudo se expuso en la muestra "El Greco. Vista y Plano de Toledo: La ciudad a través de un cuadro".
Los principales problemas de conservación que presentaba la madera en que está realizada el escudo, estaban provocados por un antiguo revestimiento de escayola que cubrió la totalidad de la obra y por algunos productos que se habían utilizado para rellenar sus fisuras. A ello se sumaba la degradación propia del paso del tiempo y de la ubicación a la intemperie, principalmente la acumulación de polvo y palomina que servían de campo de cultivo para la proliferación de hongos, así como la debilidad de las juntas como consecuencia de las oscilaciones de temperatura y humedad.
La restauración realizada ha consistido en primer lugar en la eliminación mecánica y manual del revestimiento de escayola, posteriormente se procedió a su limpieza y a la desinsectación general para impedir la proliferación de organismos xilófagos.
Finalmente se ha acometido la reintegración de las partes perdidas, el relleno de las fisuras y la consolidación de todos los elementos.
Ficha Técnica:
Escudo de Armas de Felipe II. Finales siglo XVI
Material: Madera
Dimensiones: 1,72 x 1,56
Fecha de restauración: 2007
Proyecto de ejecución: Marina Torres
Realización: Real Fundación de Toledo y Escuela Taller Municipal
El rey Alfonso VIII concedió privilegios a los miembros de la Santa Hermandad, que fueron confirmados en 1220 por su nieto el rey Fernando III El Santo, que ordenó la creación de Hermandades similares en Talavera y Ciudad Real.
La Hermandad era la encargada de determinar las penas y los castigos a los golfines y para ello contaba con una jerarquía organizada que fue ganando en poder y que estaba habitualmente constituida por colmeneros, cazadores, leñadores, ballesteros, pastores y demás profesiones relacionadas con el campo. La Hermandad contaba con sus propios medios humanos para mantener el orden, entre los que destacaban los denominados cuadrilleros, que eran probablemente así llamados por el uso de flechas terminadas en una punta metálica de sección cuadrangular llamadasquadrillos. Estas tropas de a pie y a caballo trabajaban bajo las órdenes de un tribunal que juzgaba en procesos sumarios muy a menudo, razón por la cual la Hermandad era respetada y temida.
Fueron los Reyes Católicos los que extendieron las competencias de la Hermandad a todo el reino -creando la Santa Hermandad Nueva que funcionó entre 1476 y 1498, en la que se integraron las viejas hermandades locales durante este breve periodo- y los sucesivos reyes potenciaron sus privilegios hasta la llegada de su decadencia con los Borbones, cuando las Hermandades apenas servían para vigilar montes y colmenas sin apenas competencias en procesos judiciales. Fue la reina Isabel II la que disolvió las Hermandades en un decreto firmado el 7 de mayo de 1835.
El edificio de la Santa Hermandad Vieja de Toledo data del siglo XV y en él destaca su portada, ricamente decorada con figuras de los mencionados cuadrilleros, así como dos heraldos. Completan la decoración los símbolos de los Reyes Católicos: su escudo, el yugo y las flechas. También destaca un valioso escudo de madera de Felipe II. En su interior se conservan las salas donde se ubicaban los tribunales y las mazmorras para los presos, donde al parecer eran habituales los excesos de la Hermandad en forma de torturas de todo tipo.
La fotografía más antigua del edificio data de 1858, cuando fue inmortalizado por el francés Gustave de Beaucorps:
Aún durante el siglo XIX la Posada de la Hermandad fue fotografiada en varias ocasiones más:
A comienzos del siglo XX fue más fotografiada:
También fue fotografiado su interior:
En febrero de 1963 mi abuelo Eduardo Butragueño Bueno tomó esta vista de la portada de la Posada:
La llegada de los coches marca el inicio de la habitual ocultación de su portada (es algo que en mi opinión debería corregirse):
En la actualidad este es el aspecto de la Posada de la Hermandad:
Os habréis fijado en la ausencia del escudo de madera de la fachada. Al parecer estaba muy deteriorado y fue retirado en 2003 para ser restaurado. El año pasado fue expuesto en una muestra totalmente restaurado:
A finales del siglo XX desapareció la corona que se situaba en la zona superior del escudo y que se aprecia bien en la foto de Alguacil:
A día de hoy, la fachada sigue sin el escudo. Creo que, seis años después, es hora de poner en su lugar una réplica si es que no se desea recolocar el propio escudo restaurado.
Actualización: información sobre la restauración del escudo aportada por la Ral Fundación Toledo cuando el escudo se expuso en la muestra "El Greco. Vista y Plano de Toledo: La ciudad a través de un cuadro".
Los principales problemas de conservación que presentaba la madera en que está realizada el escudo, estaban provocados por un antiguo revestimiento de escayola que cubrió la totalidad de la obra y por algunos productos que se habían utilizado para rellenar sus fisuras. A ello se sumaba la degradación propia del paso del tiempo y de la ubicación a la intemperie, principalmente la acumulación de polvo y palomina que servían de campo de cultivo para la proliferación de hongos, así como la debilidad de las juntas como consecuencia de las oscilaciones de temperatura y humedad.
La restauración realizada ha consistido en primer lugar en la eliminación mecánica y manual del revestimiento de escayola, posteriormente se procedió a su limpieza y a la desinsectación general para impedir la proliferación de organismos xilófagos.
Finalmente se ha acometido la reintegración de las partes perdidas, el relleno de las fisuras y la consolidación de todos los elementos.
Ficha Técnica:
Escudo de Armas de Felipe II. Finales siglo XVI
Material: Madera
Dimensiones: 1,72 x 1,56
Fecha de restauración: 2007
Proyecto de ejecución: Marina Torres
Realización: Real Fundación de Toledo y Escuela Taller Municipal
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