En las religiones occidentales como el Judaísmo, Cristianismo e Islam, Dios es el Ser Supremo, el Creador de todo.
Nada existe a menos que Dios lo desee. Dios es omipotente, omnisciente, omnipresente, toda bondad y eterno. No tuvo principio y no tendrá fin. El mundo y sus componentes fueron creados por Dios con un propósito. Dios creó a los humanos para que lo conocieran, lo amaran, lo reverenciaran, lo sirvieran y lo obedecieran. Dios se piensa en términos masculinos aunque sea puro espíritu y no tenga cuerpo material. Después de la muerte los humanos serán juzgados acerca de qué tan bien cumplieron el plan que Dios tiene para ellos. Aquellos que fallaron, los pecadores, serán castigados por la eternidad; mientras que los que cumplieron serán rencompensados por siempre. La manera en que los humanos serán castigados o premiados es acaloradamente discutida, pero en lo que todos parecen concordar es en que aquellos que tengan que ser recompensados estarán en la presencia de Dios y los castigados no.
Dios es retratado como una figura paternal de acuerdo con la vieja estructura patriarcal de la familia; la protege, es su jefe y sus órdenes tienen que ser obedecidas.
Los cristianos consideran a Jesús de Nazareth como la manifestación humana de Dios. Y para la mayoría esto significa que Jesús es a la vez humano y divino. Esta doctrina es conocida como la Encarnación y el cómo un ente puede ser a la vez humano y divino es considerado un misterio de fe, ya que tal cosa sobrepasa al entendimiento humano. La razón y la lógica no pueden demostrar la verdad de tal creencia, entonces su base tiene que ser la fe.
Dios emitió unos mandamientos los cuales son la base de la moral y que hay que obedecer para ser buenas personas. Aparentemente si Dios no hubiera prohibido el asesinato éste estaría moralmente justificado. Sin embargo, ya que Dios es toda bondad, no tenemos que preocuparnos de que mande cumplir algo que es malo, su naturaleza no se lo permite.
Muchos piensan que creer en Dios es creer que si no lo hubiera seríamos libres de cometer actos perversos sin importar qué tan nefastos sean. Dicen que lo único que los mantiene a raya para no matar, no robar, etc., es que Dios les mandó no hacerlo. Creen que sus vidas no tendrían sentido si no tuvieran órdenes de lo alto que les dijeran qué hacer con la suya. Pero, ¿qué clase de significado tiene una vida si ésta se basa sólamente en la obediencia ciega de órdenes? Ya hemos visto muchas veces en la historia los efectos nocivos de la obediencia ciega como para considerar apropiado ese punto de vista.
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