Este tipo de escritura es supuestamente dirigido por un espíritu o por el subconsciente. Sus partidiarios afirman que este proceso le permite a uno acceder a su más alto ser, así como a otras inteligencias y entidades, para obtener información y orientación; para recobrar información antes irrecuperable del subconsciente; y para desencadenar la energía espiritual para el crecimiento y revelación personal.
Los espíritus modernos no se limitan a la invasión de bolígrafos y lápices, no, están ansiosos de comunicar que son capaces de poseer teclados de computadora, grabadoras, video cassetteras, televisores, teléfonos celulares o células cerebrales si pueden encontrar alguna.
La escritura automática es considerada por los escépticos modernos como un simple juego de salón, aunque a veces conveniente para el auto descubrimiento y para iniciar proyectos de escritura. La probabilidad de que sean los espíritus quienes controlan la escritura es igual a la de que sea el autista quien se comunica a través de sus facilitadores en la comunicación facilitada.
Es plausible que muchos deseos e ideas inconscientes se expresen a través de la escritura automática, pero es poco probable que sea más profunda que las nociones conscientes propias de la persona. El crecimiento personal puede ser promovido por la escritura automática si ésta es evaluada racional e inteligentemente; por sí misma no es más capaz de producir crecimiento o revelación personal que cualquier otra actividad humana.
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