jueves, 31 de enero de 2019

LOS CIENTÍFICOS ¿SON ATEOS?

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A principios del siglo XX, los estudios mostraron que los científicos estaban menos inclinados que la población en general en creer en la existencia de Dios. Una encuesta conducida en 1969 mostró que el 35 % de los científicos no creía que Dios existiera. 

Elaine Ecklund, y Christopher Scheitle preguntaron a 2,198 miembros de facultades en las disciplinas de física, química, biología, sociología, economía, ciencias políticas, y psicología de 21 universidades elite de investigación estadounidenses. En general, el 75 % de los profesores que se pusieron en contacto completaron la encuesta. Entre las diferentes disciplinas, la incredulidad en la existencia de Dios no fue correlacionada con ninguna área particular de experticia: Los mas incrédulos eran los de Bilogía con un 41%, seguidos de los Físicos con un 40.8 %, los que menos eran los de Ciencias políticas 27 %. 

A continuación enumeramos los científicos con alguna de sus frases demostraron una creencia de Dios: * Albert Einstein- (1879 – 1955), Premio Nobel de física 1921. «La ciencia sin religión es renga, La religión sin ciencia es ciega». «Apenas si calco las líneas que fluyen de Dios». “Es posible que todo pueda ser descrito científicamente, pero no tendría sentido, es como si describieran a una sinfonía de Beethoven como una variación en las presiones de onda. ¿Cómo describirían la sensación de un beso o el te quiero de un niño?.” “Ante Dios somos todos igualmente sabios, igualmente tontos.” “Lo más hermoso que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de todo arte verdadero y la ciencia.” “Es más fácil destruir un átomo que un prejuicio”. “Hay dos maneras de vivir una vida: La primera es pensar que nada es un milagro. La segunda es pensar que todo es un milagro. De lo que estoy seguro es que Dios existe.” 

* LOUIS PASTEUR- (1822 – 1895), uno de los tres fundadores de la microbiología. Produjo la primera vacuna contra la rabia y el proceso llamado pasteurizar. Católico practicante. «Cuanto más conozco, mas se asemeja mi fe a la de un campesino bretón». Pasteur murió con el rosario en la mano, después de escuchar la vida de San Vicente de Paul, la cual había pedido que le leyeran, porque pensó que su trabajo, como el de San Vicente, ayudaría mucho a salvar a los niños que sufren. 

* ARTHUR COMPTON- (1892-1962), Premio Nóbel de física 1927 por su descubrimiento del denominado efecto Compton y su investigación de los rayos cósmicos y de la reflexión, polarización y espectros de los rayos X. «Para mí, la fe comienza con la comprensión de que una inteligencia suprema dio el ser al universo y creó al hombre. No me cuesta tener esa fe, porque el orden e inteligencia del cosmos dan testimonio de la más sublime declaración jamás hecha: “En el principio creó Dios”...» 

* ERNST BORIS CHAIN- (1906 - 1979), Premio Nobel de medicina 1945 por su trabajo con la penicilina. «La idea fundamental del designio o propósito ... mira fijamente al biólogo no importa en dónde ponga este los ojos... La probabilidad de que un acontecimiento como el origen de las moléculas de ADN haya tenido lugar por pura casualidad es sencillamente demasiado minúscula para considerarla con seriedad...» 

* MAX BORN-(1882 - 1970), Premio Nobel de física 1954 por sus investigaciones en torno a la mecánica cuántica. «Solo la gente boba dice que el estudio de la ciencia lleva al ateísmo». 

* ARNO PENZIAS- (1933), Premio Nobel de física 1978 por su descubrimiento de la radiación de fondo cósmica, patrones que otros físicos interpretaron como prueba de que el Universo fue creado a partir de la nada o Big Bang. «Si no tuviera otros datos que los primeros capítulos del Génesis, algunos de los Salmos y otros pasajes de las Escrituras, habría llegado esencialmente a la misma conclusión en cuanto al origen del Universo que la que nos aportan los datos científicos». 

* DEREK BARTON- (1918 – 1998) Compartió el premio Nobel de química en 1969 por sus aportaciones en el campo de la química orgánica en el desarrollo del análisis conformacional. «No hay incompatibilidad alguna entre la ciencia y la religión... La ciencia demuestra la existencia de Dios». 

* CHRISTIAN B. ANFINSEN- (1916 – 1995), premio Nóbel de química 1972 por su trabajo sobre la estructura de los aminoácidos y la actividad biológica de la enzima ribonucleica. «Creo que solo un idiota es capaz de ser ateo». 

* ARTHUR L. SCHAWLOW- (1921 - ) Compartió el premio Nóbel de física 1981 por el desarrollo de la espectroscopia del láser. «Al encontrarse uno frente a frente con las maravillas de la vida y del Universo, inevitablemente se pregunta por qué las únicas respuestas posibles son de orden religioso... Tanto en el Universo como en mi propia vida tengo necesidad de Dios»

 * WILLIAM D. PHILLIPS- (1948 - ) Premio Nóbel de física 1997 por su empleo de rayos láser para producir temperaturas de apenas una fracción por encima del cero absoluto. «Hay tantos colegas míos que son cristianos que no podría cruzar el salón parroquial de mi iglesia sin toparme con una docena de físicos». 

* JEROME LeJEUNE-, Padre de la genética moderna, fiel católico, defensor de la vida humana, su causa de beatificación está abierta. Abundan los científicos que creen en Dios. Ellos son testigos de que, por la ciencia, el corazón humilde descubre la grandeza de Dios. La verdadera enemiga de la fe es la soberbia y no la ciencia.

miércoles, 30 de enero de 2019

LOS CASTRATTI, EL CANTO DE LOS ÁNGELES.


Farinelli, famoso castrato del siglo XVIII.
 

Castrato (del italiano castrato, 'castrado'; castrati en plural) es la denominación que se utiliza para referirse al cantante sometido de niño a una castración para conservar su voz aguda (de sopranomezzo-soprano o contralto). El término tradicional español (hoy en desuso) referido a estos cantantes era capón. Actualmente se emplea la voz italiana.

La castración consistía en la destrucción o ablación del tejido testicular sin que, por lo general, se llegara a cortar el pene. Mediante esta intervención traumática, se conseguía que los niños que ya habían demostrado tener especiales dotes para el canto mantuvieran, de adultos, una tesitura aguda capaz de interpretar voces características de papeles femeninos.

Historia

Precedentes



La práctica de la castración de niños cantores existía desde la creación del Imperio Romano de Oriente; en Constantinopla hacia el 400 d.C., la emperatriz romana consorte de Oriente Elia Eudoxia tenía un corocuyo maestro era un eunuco, lo que podría haber dado lugar al establecimiento de la creación y uso de castrati en coros bizantinos. Hacia el siglo IX, los cantores eunucos eran bien conocidos (por lo menos en la Basílica de Santa Sofía), y así permanecieron hasta el saqueo de Constantinopla por las fuerzas occidentales de la Cuarta Cruzada en 1204, a partir de entonces, la práctica de cantores eunucos desapareció.
Su destino desde entonces hasta su reaparición en Italia después de trescientos años no está claro. Parece probable que la tradición española de los sopranos falsetistas puede haber ocultado a los castrati. Gran parte de España estaba bajo gobierno musulmán durante la Edad Media, y en la tradición cultural del Cercano Orientela castración tenía una larga historia. Típicamente, los eunucos eran empleados como "guardias" del harén, pero fueron también valorados como políticos de alto nivel, ya que no podían iniciar una dinastía que pusiera en peligro al gobierno.


Reaparición



Su reaparición como castrati se sitúa a principios del siglo XVI. La primera aparición de la frase soprano maschio (soprano masculino), que también podría significar falsetista, se produjo en el texto Due Dialoghi della Musica, de Luigi Dentini, un sacerdote oratoriano, publicado en Roma en 1553. El 9 de noviembre de 1555 el cardenal Hipólito II d'Este (famoso por ser el constructor de la Villa d'Este en Tivoli), escribió a Guglielmo Gonzaga, duque de Mantua (1538-1587), que ha oído que estaba interesado en su cantoretti francesi, y ofreciéndole enviarle dos, para que pudiera elegir uno para su propio servicio. Este es un término poco común, pero probablemente es lo mismo que castrati.

En torno a 1550, aparecieron los primeros documentos claramente referentes a cantantes castrados en Roma y Ferrara. El hermano del cardenal, Alfonso II d'Este, duque de Ferrara, fue otro inicial entusiasta, interesándose por los castrati en 1556. De hecho, Paulo IV(papa entre 1555 y 1559) prohibió la presencia de cantantes casados en la Capilla Pontificia, lo que habría propiciado que los falsetistas comenzaran a ser sustituidos por castrati. Parece claro que había castrati en el coro de la Capilla Sixtina en 1558, aunque no con ese nombre: el 27 de abril de ese año, Hernando Bustamante, español de Palencia, fue admitido (los primeros castrati llamados así que entraron en el coro sixtino fueron Pietro Paolo Folignato y Girolamo Rossini, admitidos en 1599). De hecho, la castración con fines musicales se practicaba casi exclusivamente en Italia, aunque pudo originarse en España y se realizaba raramente en los estados más meridionales de Alemania. En 1574 había castrati en la capilla de la corte ducal en Munich, donde el Kapellmeister (director musical) fue el famoso Orlando di Lasso.

En 1589, por la bula Cum pro nostri temporali munere, el papa Sixto V reorganizó el coro de la Basílica de San Pedro, específicamente para incluir castrati. Así, los castrati vinieron a suplantar a los niños (cuyas voces se estropeaban después de sólo unos pocos años) y los falsetistas (cuyas voces eran más débiles y menos fiables). Las mujeres fueron prohibidas en el coro por el dictamen paulino mulieres en ecclesiis taceant ('las mujeres deben a guardar silencio en la iglesia', véase Corintios I, capítulo 14, v 34).


Popularización



Los castrati tuvieron una gran popularidad y llegaron a cobrar enormes cantidades de dinero por sus actuaciones. Según la leyenda, acrecentada por la película Farinelli (1994) y considerada sin ninguna base científica por la mayoría de las opiniones médicas actuales, gozaban de gran popularidad entre algunas damas de la época, ya que, si mantenían relaciones sexuales con ellos, no corrían el riesgo de quedar embarazadas.

Algunas objeciones modernas a la existencia de castrati en Europa podrían centrarse en los medios por los cuales la preparación de los futuros cantantes podrían conducir a una muerte prematura. Para evitar que el niño experimenta el dolor intenso de la castración, a muchos se les administraba inadvertidamente dosis letales de opio o de algún otro narcótico, o morían por estrangulamiento, al presionarles la arteria carótida en el cuello con la intención de hacerlos caer inconscientes durante el procedimiento de castración.

La formación de los castrati era rigurosa. El régimen de una escuela de canto en Roma (hacia 1700) consistía en una hora de cantar piezas difíciles e incómodas, una hora practicando trinos, una hora en ejercicio adornado passaggi, una hora de ejercicios de canto en presencia de su maestro y delante de un espejo a fin de evitar movimientos innecesarios del cuerpo o muecas faciales, y una hora de estudio literario, todo ello, además, antes del almuerzo. Después de media hora, se dedicaba a la teoría musical, otra a la escritura de contrapunto, una hora copiando lo mismo al dictado, y otra hora de estudio literario. Durante el resto del día, los jóvenes castrati tenían que encontrar tiempo para practicar su juego clave, y para componer música vocal, ya sea sacra o secular dependiendo de su inclinación.

En las décadas de 1720 y 1730, en el apogeo de la moda de estas voces, se ha estimado que más de 4.000 niños fueron castrados anualmente al servicio del arte. Muchos provenían de hogares pobres y fueron castrados por sus padres con la esperanza de que su hijo pudiera tener éxito y sacarles de la pobreza (como en el caso de Senesino). Hay, sin embargo, registros de algunos jóvenes que solicitaron ser operados para preservar su voz (por ejemplo, Caffarelli, que era de una familia acomodada).

Los castrati aunaban en su voz la ternura de un niño y la potencia y fuerza de un adulto. Fueron voces muy codiciadas y aplaudidas. Uno de los más famosos castrati fue Carlo Broschi más conocido como Farinelli.


Declive



En el siglo XIX, los cambios en los gustos operísticos y las actitudes sociales significaron el final de los castrati. El último gran castrato fue Giovanni Battista Velluti (1781-1861), quien realizó la última función de ópera escrita por un castrato (Venecia, 1824). Poco después fueron reemplazados definitivamente como los primeros hombres de la escena operística por un nuevo grupo de tenores, el primero de ellos el francés Gilbert-Louis Duprez. Sus sucesores han incluido cantantes como Enrico TamberlikJean de ReszkeFrancesco TamagnoEnrico CarusoGiovanni MartinelliBeniamino GigliJussi BjörlingFranco Corelli y Luciano Pavarotti, entre otros.

Después de la unificación de Italia en 1861, la castración con fines musicales se hizo oficialmente ilegal (el nuevo Estado italiano había adoptado un código jurídico francés que prohibía expresamente la práctica). En 1878, el Papa León XIII prohibió la contratación de nuevos castrati por parte de la iglesia: sólo en la Capilla Sixtina y en algunas otras basílicas papales de Roma se permitió a los castrati quedarse. Una foto del coro de la Capilla Sixtina tomada en 1898muestra que para entonces solo quedaban seis (además del Perpetuo DirettoreDomenico Mustafa), y en 1902 una sentencia del Papa León estableció que ningún castrato más sería admitido. El fin oficial de los castrati llegó el día de Santa Cecilia, 22 de noviembre de 1903, cuando el nuevo Papa, Pío X, emitió un motu proprio, titulado Tra le Sollecitudini, en el que establecía el uso de niños en los papeles empleados para los castrati.

El último castrato sixtino fue Alessandro Moreschi, el único castrato en realizar grabaciones en solitario.7 Se retiró oficialmente en marzo de 1913, y murió en 1922.

Algunos castrati famosos

Algunos de los castrati más famosos fueron (en orden cronológico):

martes, 29 de enero de 2019

LOS AMORES DE RICARDO "CORAZÓN DE LEÓN".






Ricardo, hijo de Enrique Plantagenet y de Leonor de Aquitania, nació en Oxford, el 8 de septiembre de 1157. La leyenda ha hecho de él el rey más popular de Inglaterra, espejo de caballeros, luchador esforzado, noble y valiente, lo que le valió el sobrenombre espectacular de Corazón de León. 

Pero, como hemos visto hasta ahora, no existe personaje en la historia que no tenga sus más y sus menos, sus rasgos de generosidad y de mezquindad ... y Ricardo no fue una excepción. 

Fue el amado de su madre Leonor, que se encargó, según dicen las crónicas, de despejarle el camino hacia el trono de Inglaterra, aun cuando siendo un niño ya era nombrado heredero de las extensas posesiones francesas mucho más ricas y apetecibles que la árida y húmeda Inglaterra. El primogénito de la pareja real, después de la muerte en la infancia de Guillermo, Enrique, murió envenenado de forma misteriosa. El segundo y sucesor de Enrique, Geoffrey, acabó sus días por una flecha que, oportunamente, lo mató en una cacería y Ricardo quedó como único heredero. El hijo pequeño, Juan sin Tierra, no contaba para nada, era un ser desgraciado físicamente por el que sus padres sentían auténtica aversión. Pero en este estado de cosas, Enrique padre decidió nombrar como sucesor a Juan. No le agradaban los modos de Ricardo, educado en la corte francesa junto al rey Felipe Augusto, su enemigo personal. Estalló la guerra entre Ricardo y Enrique, ya anciano, que fue derrotado por su hijo y su aliado el rey francés. 

La amargura de esta derrota hizo que Enrique muriera en 1189. La leyenda dice que cuando Ricardo se acercó al cadáver de su padre éste comenzó a sangrar por la nariz como un siniestro presagio. 

Pero, ya dueño de la corona inglesa, a Ricardo, que amaba la acción y la aventura, la relación con sus compañeros de armas y sin duda a Felipe Augusto, la corte británica le resultaba tediosa. Así que, de inmediato, respondió a la llamada del Papa que convocaba la III Cruzada ante la toma de Jerusalén por el gran sultán Saladino. Dejó los asuntos arreglados en Inglaterra,
a saber: liberó a su madre, casó a su hermano Juan con la heredera de Gloucester y le concedió varios señoríos y en compañía de Felipe Augusto partió hacia Tierra Santa. 

Esta Cruzada, al igual que todas las demás, tuvo escasos resultados. En 1191 se tomaba San Juan de Acre, mientras Ricardo arrebataba Chipre a Isaac Comneno. El emperador Federico Barbarroja y su hijo murieron y Ricardo quedó a cargo de la expedición cristiana. La historia del rey inglés en estos años es dudosa, su comportamiento parece que fue cruel y su conducta desordenada le rodeó de escándalo e incomprensión. Los caballeros cristianos que le acompañaban le dejaron solo. Una agria disputa por la corona del reino de Jerusalén y parece que el enamoramiento de Ricardo por el hijo de Leopoldo de Austria, hizo que el duque abandonara la empresa seguido de Felipe Augusto que estaba muerto de celos. 

Ricardo prosiguió sólo. Obtuvo varias victorias sobre los musulmanes pero no se atrevió con la conquista de Jerusalén, ante la sorpresa de los cruzados. Después de la caída de Jaffa, Ricardo y Saladino establecieron conversaciones y se entendieron de maravilla. Por espacio de un mes se sucedieron los banquetes y los agasajos. Ambos caudillos compartieron aposentos y paseos románticos a la luz de la luna con un resultado verdaderamente asombroso: el rey inglés terminaba con la Cruzada y Saladino le cedía una amplia franja costera además de liberar a los cautivos cristianos y de regalarle el supuesto madero en el que había sido crucificado Jesucristo.
Los rumores se dispararon entre los aliados europeos. Ricardo, que admiraba la cultura y la civilización musulmanas, fue acusado de practicar la magia negra y la nigromancia. Se decía que, rodeado de favoritos, se entregaba a orgías salvajes en las que devoraban las cabezas de los enemigos, pero posiblemente no fueran más que chismes descabellados. 

El monarca inglés emprendió el regreso a su patria, pero lo que sí parece cierto es que el amor por el hijo del duque Leopoldo de Austria había hecho mella en su corazón. Recorrió cientos de kilómetros disfrazado hasta llegar a la patria y al castillo de su bienamado. El encuentro debió ser apasionado, ya que el duque sorprendió a los amantes en la cama. Es fácil imaginar la ira del ofendido padre que propinó una soberana paliza a su hijo y decidió encarcelar al Ricardo seductor. Como el mal ya estaba hecho, el duque decidió sacar tajada de la comprometida situación. Pidió un rescate enorme a los ingleses por la libertad de su rey. Después de tantas luchas en Tierra Santa se dio la paradoja de que un rey cristiano estaba prisionero de otro noble cristiano! 

Más de un año tardaron los súbditos de Ricardo en conseguir la suma total para que su rey fuera liberado y cuando esto sucedió el prisionero, sin curar sus penas de amor, marchó hacia Londres, pero sólo estuvo tres meses allí. Volvió a su dulce Francia, para vivir su vida y sus amores según le pareciera sin intromisiones ni críticas. En 1198 fue herido por una flecha
durante el asedio a la fortaleza de Chalus. La herida se le infectó y le causó la muerte cuando tenía 42 años. 

Ricardo, el guerrero esforzado que amaba a los hombres, se casó un una princesa navarra, Berenguela, de la que se decía que era una de las mujeres más hermosas del momento. ¡Triste destino el de la hija del rey Sancho! que parece que se volvió caprichosa y extravagante seguramente debido a la desatención de su esposo que si bien tenía un "corazón de león" para luchas y amores masculinos no parece que estuviera demasiado interesado en los encantos femeninos.

lunes, 28 de enero de 2019

LOS 40 MUCHOS.


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La palabra "muchos" no existe en todos los idiomas, algo que ha dado lugar a curiosos malentendidos. Sin ir más lejos, en arameo, lenguaje en el que estaba escrita la antigua Biblia, carecía de una forma para decir "muchos" o "muchas", por lo que se empleaba el número 40. Así, la frase "por 40 días" equivale a "por muchos días". Lo mismo pasa con el Diluvio Universal o la leyenda de los 40 ladrones, que no eran 4 decenas, sino "muchos".

domingo, 27 de enero de 2019

LO OCULTO Y OCULTISMO


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Lo oculto son cosas como la alquimia, magia, astrología, y otras "artes" de adivinación que usan encantamientos o fórmulas mágicas en un intento de obtener conocimiento oculto o poder. 
El término ocultismo se refiere a la creencia en misteriosos u ocultos poderes que pueden ser controlados por humanos que tengan el especial conocimiento de los mismos.

sábado, 26 de enero de 2019

LISTAS DE BODAS.




Las listas de bodas comenzaron a existir a partir de una curiosa anécdota relacionada con la multimillonaria Bárbara Hulton.
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Quien recibió 11 cafeteras idénticas como regalo en una de sus bodas. Fue entonces cuando Bárbara ideó la fórmula de que los novios crearan una lista con los regalos que les gustaría recibir. Así tendrían lo que querían y se evitarían repeticiones.

viernes, 25 de enero de 2019

LIBROS MALDITOS: LECTURAS SOLO PARA OTROS OJOS.




"En 1975 en la Biblioteca Nacional de París se descubrieron unos pergaminos conocidos como Les Dossiers Secrets, en los que se identificaba a numerosos miembros del Priorato de Sión". Este es el primer "hecho histórico" del conocido best seller de conspiraciones pseudohistóricas, El Código Da Vinci. Los mencionados Dossiers se imbrican en una larga tradición de misteriosos documentos que intentan convencernos de una historia oculta donde poderosas organizaciones tratan de impedir que la Verdad salga a la luz. De poco sirve que se demuestre que tales documentos sean claras falsificaciones. En este caso, las manos culpables y confesas fueron Pierre Plantard, un activista antijudío que reclamaba para sí el trono de Francia, y Philippe de Chérisey, un marqués venido a menos que se ganaba la vida como actor de televisión.

Inventa, que algo queda
Los documentos sobre el Priorato de Sión no tiene mayor rigor histórico que Fama Fraternitatis Rosae Crucis (1614) o Boda Alquímica de Christian Rosenkreutz (1616), los libros que lanzaron al estrellato a los rosacruces. Mejor dicho, bastante menor rigor, pues el Priorato, supuestamente fundado en 1099, hace su aparición en 1956 de la mano de esos dos curiosos vividores franceses. Los rosacruces tienen una historia parecida. Fueron fundados en 1407 por el misterioso caballero alemán Christian Rosenkreutz después de pasarse un tiempo en Tierra Santa estudiando con desconocidos maestros de lo oculto. Lo cierto es que los libros y la historia del caballero no fueron más que una broma del teólogo Johann Valentin Andreae, y los primeros rosacruces, de principios del XVII, un grupo de personas con ciertos aires de reforma moral y religiosa que favorecían el luteranismo en contra del catolicismo -nótese su origen alemán?.

Sabios de lugares lejanos

La sociedades secretas fundadas en textos ocultos tienen mucho en común: el protagonista viaja a un lugar lejano cuyos habitantes son, por tradición, hombres sabios (Egipto, Tíbet...). Allí estudia viejos pergaminos que revelan un conocimiento oculto y a su regreso funda una organización dedicada a guardar ese conocimiento, cuya difusión sería perniciosa para la humanidad. Ésta es, por ejemplo, la historia de uno de los libros más famosos del ocultismo: Las Estancias de Dzyan, fundamento último de la infumable La Doctrina Secreta de la taimada ocultista Helena Petrovna Blatvasky. En realidad, es una obra maestra del plagio de libros hinduistas y científicos, donde afirma que la humanidad procede de la Luna. Blatvasky inventó la Teosofía, un sincretismo decimonónico de gnosticismo, budismo e hinduismo que convenció a personas tan ilustres como Edison. Las Estancias es un libro peculiar. Es el primer volumen de los 35 que componen el conjunto Kiu-te, unos antiquísimos textos poco menos que portadores del conocimiento universal, que los dioses habían revelado a unos pocos iniciados y sobre los cuales se habrían inspirado libros como el Génesis o los Vedas.

Racismo teosófico

Escrito en un idioma oculto, el senzar, está guardado en la biblioteca particular de la Hermandad Blanca, un grupo de ancianos, Mahatmas o Adeptos, que viven en algún lugar perdido y olvidado del Tíbet. Como viajar hasta allí no es tan sencillo, Blatvasky -una mujer oronda como pocas, cuyo plato preferido eran huevos flotando en mantequilla y que hacia el final de su vida tenían que subirla a los barcos con grúa- se inventó que había leído telepáticamente Las Estancias desde la comodidad de su mesa camilla. Y por si todo esto fuera poco, Blatvasky se comunicaba con los Mahatmas mediante notas que ellos dejaban caer desde no se sabe muy bien qué dimensión hasta su escritorio..., con una caligrafía idéntica a la suya. De acuerdo con la Teosofía de Blatvasky, las distintas "razas" son reflejo de distintos estadios evolutivos y ello explicaría la diferente capacidad intelectual de las poblaciones del planeta. A los europeos los identifica con la raza blanca o Aria. De nivel inferior son las tribus africanas, australianas y polinesias, así como los mongoles y los japoneses, mutaciones de las primeras subrazas atlantes. Por el contrario, los judíos constituirían una raza artificial aria pero degenerada en espiritualidad. La extinción natural de las razas inferiores es, según Blavatsky, una "necesidad kármica". ¿A alguien le extraña que sus escritos fueran libros de cabecera de un joven llamado Adolf Hitler? Teósofos, rosacruces, alquimistas..., el mayor exponente del mundo de lo oculto, quien unificó toda esta imaginería y marcó de manera indeleble la tradición ocultista occidental fue la Orden Hermética del Amanecer Dorado, la Golden Dawn.

Nace el ocultismo europeo 
Libros malditos. Lecturas sólo para otros ojos

Su nombre lo tomó de la nunca cumplida promesa rosacruciana de la llegada de un nuevo renacimiento espiritual. Basaba toda su existencia en el absoluto secretismo de sus ritos mágicos. En 1933, 30 años después de su disolución, Israel Regardie publicó todos los documentos secretos en The Magical System of the Golden Dawn. Con ello hizo que multitud de sociedades mágicas secretas o cuasisecretas adoptaran sus rituales. La sociedad había sido fundada en 1888 por tres masones: William W. Wescott, William Wood man y Samuel Liddel, nombre al que después añadió "MacGregor" Mathers, y así es conocido desde entonces. Masón, rosacruz, vegetariano, antiviviseccionista y defensor de los derechos de las mujeres, su nombre está ligado al misterioso manuscrito cifrado que dio origen a los ritos de la Orden. Consta de cerca de 60 páginas escritas con tinta marrón. De él es misterioso hasta su origen. Lo único cierto es que en 1887 Wescott lo tenía en sus manos. En él se incluían un gran número de rituales que Mathers, por petición de Wescott, convirtió en ceremonias de iniciación para la Orden. De este modo se convirtió en el teórico más importante del ocultismo occidental. Wescott había aprendido de la masonería la noción de organización a través de la jerarquía y la necesidad de proveer a toda sociedad secreta de una historia escrita que le diera un argumento legítimo de subsistencia. A falta de ella, lo mejor es inventarla, como los masones que se retrotraen al antiguo Egipto. Y eso hizo.

Reescribiendo la historia

Nadie sabe muy bien cómo, pero entre las páginas del manuscrito apareció una carta firmada por una tal Anna Sprengel. Wescott afirmó que era una Adepta de un orden ocultista llamada Die Goldene Dammerung o Amanecer Dorado, y que estaba autorizado a usar su firma para crear la sección londinense de la Orden. Fue un golpe maestro: una mujer de alto rango de una oscura orden de inspiración rosacruz dando su permiso para abrir una sucursal en el extranjero. Su querida Sprengel era una voz autorizada -Alemania era la patria de los rosacruces- e inalcanzable: cuando dejó de servirle, la pobre mujer tuvo el detalle de morirse. De este modo se puso en marcha la sociedad ocultista europea más importante de todos los tiempos. No obstante, jugar a secretismos no es esencialmente dañino. Sí lo es cuando la vida de las personas corre peligro. Eso ocurrió con el infame Malleus Maleficarum o Martillo de Brujas, el texto de referencia de la caza de brujas, escrito por dos inquisidores dominicos, Jacob Sprenger y Heinrich Krämer. Este volumen de más de 500 páginas conoció 29 ediciones y fue un éxito en Alemania, Francia e Italia; en España se consideró la obra de un loco y se despreció su edición. Brujas voladoras, devoradoras de niños, embrujadoras de jueces, convocadoras de vientos, rayos y granizo... Lo que ya no está claro es cómo, con semejante poder, no pudieron escapar de la quema. El verdadero autor del engendro fue Krämer y usó el nombre de Sprenger, un conocido teólogo, para darle más empaque. Utilizó también la Bula de Inocencio VIII Summis desiderantes sobre brujería para aparentar que contaba con autorización papal. Y como necesitaba un dictamen favorable de la Universidad de Colonia pero sus teólogos no estaban por la labor, falsificó el acta de la Universidad donde 7 profesores aprobaban el contenido del libro. Claro que aún más torpe es la falsificación ligada a El Código Da Vinci y el supuesto misterio de Rennes-le-Château. Según el mito, el astuto párroco de ese pueblo, Bérenger Saunière, gastó dinero a espuertas para construirse su personal feudo gracias al descubrimiento de un "secreto" en unos pergaminos ocultos en un pilar visigodo hueco en la iglesia -y que ni está hueco ni es visigodo-. Los pergaminos, que nadie ha visto salvo copias, están escritos en clave y fueron falsificados por los dos promotores del engaño, Plantard y Chérisey. ¿Qué contienen? Realmente poca cosa. En uno la codificación es muy tonta: las letras están resaltadas en el texto y menciona al rey merovingio Dagoberto II -Plantard decía ser descendiente suyo- y al Priorato. El segundo, más complicado de descifrar, dice: "Pastora ninguna tentación que Poussins [y] Teniers guardan la llave [o la clave] paz 681 por la cruz y este caballo de Dios yo destruyo este demonio guardián a mediodía manzanas azules".

El secreto de un cura

Los cazadores de misterios están de enhorabuena; el galimatías permite toda clase de fantasías: desde que los merovingios descienden de los hijos de la Magdalena y Jesús -quien, por cierto, está enterrado en el monte Cardou, cerca de Rennes- a que Julio Verne lo sabía todo y lo dejó escrito en su obra menor Clovis Dardentor. ¿Cómo lo sabemos? Clovis evoca al rey merovingio Clovides y Dardentor es d?ardent or u oro ardiente (un tesoro, claro). Clovis viaja en una "carreta de viaje" y el antiguo nombre de Rennes, Rheda, significa eso mismo. ¿No está claro que Verne debía conocer los secretos de Rennes-le-Château?

Angela Posada Swafford