La autoestopista fantasma o la niña de la curva es una leyenda urbana.
Al igual que la mayoría de estas historias, no tiene un origen definido
y está dispersa por una extensa área geográfica. Aunque hay muchas
versiones del relato, todas coinciden en que gente viajando en vehículo se encuentra con autoestopista que luego desaparecen sin explicación alguna, generalmente en el propio vehículo en movimiento.
La leyenda circula desde hace siglos, y ha ido adaptándose a los cambios
en el sistema de transporte. En las versiones más antiguas, la joven
paraba a los jinetes para que la subieran al carruaje, o a la grupa de
su caballo.
La leyenda cuenta que una joven con un vestido rasgado (a veces de novia
y otras de luto) se manifiesta frente a los viajeros a la vera de los
caminos, por lo general cerca de una curva peligrosa. Les pide a éstos
que la lleven; cuando sube, se dice que transcurre un tiempo en absoluto
silencio hasta que ella, misteriosamente, desaparece del vehículo en
movimiento. Se suele contar luego que el viajero termina enterándose que
la mujer había muerto en un accidente o de alguna forma trágica. La
versión que la viste con traje de bodas afirma que murió con su novio.
El propósito de la aparición varía: en ocasiones, alerta al conductor
sobre una curva peligrosa, precisamente aquella en la que murió; otras
veces, causa la muerte del conductor, al no alertarle del peligro de la
curva.
Dicen que una mujer llamada Teresa circulaba borracha en su coche el día
antes de su boda, iba muy rápido, tuvo un accidente en una curva, allí
murió. Actualmente circulan múltiples versiones de la leyenda,
identificadas con títulos comoLa chica de la curva, La curva de la muerte, La muchacha del baile, La mujer de blanco, El muerto de la cañaita etc.
Y ahora se aparece en las calles haciendo un aventón para que la lleven
en carro o en camión y hasta llegar a la curva y misteriosamente se
desaparece.
La curva de Torreseca
Según cuenta esta leyenda en particular, el evento tuvo lugar durante
una noche lluviosa. Una pareja de recién casados disfrutaba de su viaje
de novios; ambos estaban felices, aunque el muchacho conducía de manera
temeraria hasta que el coche patinó, se deslizó por la carretera y cayó
por el barranco al pie de una curva muy cerrada; los dos murieron en el
acto.
Un año después, un hombre que viajaba por la carretera recogió a una
muchacha vestida de novia. Él le ofreció su cazadora para que no pasara
frío. Al instante, ella dijo: «Gracias; por favor, frene. En esta curva
me maté yo». El hombre desvió su mirada hacia ella y frenó en seco:
habían desaparecido ella y la cazadora.
Un tiempo después, el hombre se dirigió hacia la tumba de aquella pareja
que se mató en la curva y encontró su cazadora encima de la lápida de
la tumba de ella.
La "Dama de la Cruz Verde"
La Dama de la Cruz Verde es un personaje de las leyendas de la Sierra de Guadarrama que sitúan en el Puerto de la Cruz Verde, entre los municipios de Robledo de Chavela y San Lorenzo de El Escorial, la aparición de la Dama de la Cruz Verde: una mujer que, hace años, murió en las carreteras del mismo y que se aparece a los conductores haciendo autoestop.
Esta leyenda es una de las variantes locales que se han dado en muchos lugares del mundo de la denominadaAutoestopista Fantasma, tales como las leyendas urbanas de la Dama Blanca o Chica de la Curva. También se ha visto un personaje similar en el Puerto de Galapagar.
En los programas de misterio de Iker Jiménez Milenio y Cuarto Milenio, se ha hablado sobre este tema.
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